Libertad para Gustavo Castro

Manuel Vergara Céspedes. Director Legal de FIBGAR
Manuel Castro pudo volver a México el día 2 de abril, después de que la jueza competente en el caso decidiera dejar sin validez las medidas cautelares que le impedían salir de Honduras y en estos momentos se encuentra en su país. Desde allí, ha reiterado su disposición a seguir colaborando con la Justicia hondureña en el esclarecimiento del asesinato de Berta Cáceres.
Madrid, 30 de marzo de 2016. Los días pasan mientras Gustavo Castro, activista y único testigo del asesinato de la reputada defensora de derechos humanos y el medioambiente, Berta Cáceres, sigue en Honduras.
Su deseo es volver a México donde asegura sentirse más seguro y mantener su colaboración activa con la fiscalía hondureña para esclarecer la verdad de la muerte de su compañera. No obstante, la fiscalía y la justicia han denegado su petición y Gustavo Castro continúa retenido en el país, a la espera de poder abandonar el Consulado de México con plena seguridad.
Los medios de comunicación, activistas, organizaciones no gubernamentales y juristas de diversos países han dado un paso al frente para denunciar esta situación y apoyar a Gustavo Castro en su pretensión de reunirse con su familia en su país. Las preguntas parecen obvias: ¿por qué no puede cruzar la frontera libremente? Hasta ahora su colaboración ha sido voluntaria e impecable con la justicia local. Recuerda además que existe un tratado sobre asistencia jurídica mutua en materia penal entre los Estados Unidos de México y la República de Honduras que sienta las bases para que prosiga con su participación en el proceso como víctima y testigo desde el extranjero.
Sus abogados mexicanos y hondureños no han perdido la oportunidad de presentar sucesivos recursos ante los tribunales hondureños para reclamar el respeto a sus derechos humanos y constitucionales dirigidos a blindar su derecho a la libre circulación Y sus derechos procesales, así como su integridad física y psicológica.
En este sentido, el juez español Baltasar Garzón Real, en calidad de presidente de la Fundación que lleva su nombre (FIBGAR) ha querido apoyar los recursos interpuestos por los letrados del testigo de los últimos minutos de vida de Berta Cáceres. La fórmula escogida para brindar dicho apoyo es la suscripción de un amicus curiae en el que se adjuntan los fundamentos jurídicos del recurso de amparo interpuesto. Dichos fundamentos giran en torno a la jurisprudencia y constitución hondureña por un lado, pero también al sistema interamericano de protección de derechos humanos y al Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos.
El amicus curiae (amigo de la corte o amigo del tribunal) es un aforismo del latín que se refiere a escritos realizados por expertos independientes que no son parte un proceso judicial con intención de arrojar luz sobre alguna interpretación en materia de derecho. En este caso, el amicus curiae se revela como un instrumento tremendamente útil que permite a la Fundación Internacional Baltasar Garzón apoyar los argumentos jurídicos de la defensa de Gustavo Castro en el proceso sin formar parte de él de forma estricta.
Baltasar Garzón se une así a otros expertos y asociaciones de la región que están dando su apoyo de forma explícita como el Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez, la Comisión Mexicana de Defensa y Promoción de los Derechos Humanos, la Red Nacional de Organismos "todos los derechos para todas y todos", la Red Iberoamericana de Jueces además de otras organizaciones de Honduras, donde se cometió el asesinato.
FIBGAR como el resto de organizaciones comprometidas con la justicia y la lucha contra la impunidad seguirán de cerca este caso con la esperanza de ver muy pronto justicia, libertad y seguridad para Gustavo Castro así como un esclarecimiento total de las circunstancias que rodearon el asesinado de la célebre activista Berta Cáceres.